La vida pasa, pasa la vida.
La vida no deja de evolucionar y sorprendernos cada día más con los avances inminentes que se están dando.
Para el ser humano es un reto el constante aprendizaje a las nuevas tecnologias; ya sólo nos queda decir: o subes al futuro o duermes en el pasado.
La Educación Social es un ámbito desde el cuál se puede conseguir hacer reflexionar a la sociedad, así como familias e instituciones.
¿Realmente podemos prescindir de las nuevas tecnologías? No lo creo, pero si creo que podamos delimitar su uso a aquello que sea de provecho personal y profesional. En cualquier caso, no cabe duda que la sociedad de la información comporta un cambio continuo al que debemos someternos debido a la rápida caducidad de la información y necesidad de una formación permanente. El mundo avanza y evoluciona, es algo que no podemos evitar, y por ello, tampoco podemos evitar el avance humano como tecnológico. De todos modos, esto no tiene porque provocar un retroceso en la mente humana. Tenemos que mantenernos despiertos y competentes con nosotros mismos. Al fin y al cabo, somos nosotros quien creamos las tecnologías, pero, ¿con qué intención? Es ésta la que debe trasmitirse.
Podemos estar más o menos de acuerdo con el uso de las nuevas tecnologias, pero el aprendizaje de éstas es inexcusable para cualquier profesional.
El profesional de la educación social está en la obligación de informar y educar sobre el buen uso de las nuevas tecnologias a la población y por ello, como todo buen educador, debe estar formándose y/o reciclándose constantemente a las necesidades del medio.
No se trata de prohibir su uso, sino de conocer cuál es la finalidad y recursos que proporciona cada tecnología conociendo asimismo sus consecuencias y problemáticas.
Por ello, no tan sólo será tarea del educador social sino asimismo será tarea de las familias y el entorno social.
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